El accesorio en sí es una especie de funda de silicona que se acopla a la correa del Apple Watch. En principio a cualquier correa del Apple Watch, ya que todas tienen un grosor similar.
Tras añadir la funda al Apple Watch, sólo tenemos que colocar los AirPods en los dos agujeros correspondientes de los que dispone. Los AirPods quedarán correctamente anclados.
Al disponer del estuche de los AirPods puede parecer inútil utilizar esta funda externa, ya que podemos guardarlos directamente en el estuche y encima se cargarán. Por otra parte, no queda muy elegante que digamos llevar los AirPods colgando del Apple Watch. Sin embargo, hay situaciones para las que es una excelente idea, por ejemplo haciendo ejercicio.
Si sueles hacer deporte con los AirPods o simplemente quieres probar este accesorio como curiosidad, desde luego es una buena compra. Está disponible en blanco, negro y azul oscuro.